Dormir bien y tener un descanso adecuado durante la noche es importante para el buen funcionamiento del organismo. Trastornos como la Apnea del Sueño, que impiden un descanso profundo, pueden ocasionar problemas hormonales y cardiovasculares.
Sabemos que la apnea es una alteración del sueño, con continuas interrupciones respiratorias debido a una obstrucción total o parcial de la oxigenación. Esta repetición de apneas ocasiona también trastornos hormonales, ya que algunas hormonas son segregadas por el organismo en la fase del sueño como la Hormona Antidiurética, la Hormona del Crecimiento y la Testosterona.
Estas continuas interrupciones respiratorias también traen como consecuencia la poca oxigenación en la sangre, que se reduce momentáneamente debido a estos episodios. Esto puede ocasionar daño neurológico y alteraciones cardiovasculares como arritmias, hipertensión arterial e incluso muerte súbita.
La apnea es un trastorno común, pero más del 80% no están diagnosticados. La enfermedad se diagnostica mediante un estudio del sueño, a partir del recuento de número de paradas respiratorias completas (apneas) o parciales (hipopneas) por hora de estudio. Cuando son más de cinco apneas e hipopneas, se trata de una forma leve de la enfermedad y cuando son más de 30 por hora, se trata de un grado más severo.